Retomo las contemplaciones de la vida, para subsanar heridas recientes. Escribo para subsistir con dignidad: es la única forma en que me puedo apartar, realmente, de la cotidianidad y la alienación. ¡Comparte conmigo el espacio!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Tropelías


Es absolutamente necesario poder reparar mis relaciones con la soledad. Esta noche me ha jugado una trampa muy oscura, y me ha negado la almohada para reposar mi cansancio. Se ha puesto sumamente caprichosa –no era para menos- y ha decidido hacerme la semana imposible. De día a tarde me deja abierta la esperanza. Me acompaña a regañadientes a museos, palacios o casas de amistades muy cercanas; pero tan pronto se siente desplazada, un insignificativo instante, comienza a vociferar por sus tiempos, espacios y reciprocidades.

Tengo que comprenderla, está un poco sensible. Ha pasado por un período difícil: doble desprendimiento de hijos, virtudes y amante. Ya no nos quedan intérpretes para hacernos compañía, y acercarnos el mundo transformado en melodías; pero con esta obstinación menos nos tendremos a nosotros mismas.

La amo, con sinceridad, pero ha llegado al colmo de mis malestares. Hace unos días, por ejemplo, me puse a ver el futbol por la tarde, y enfadada de que no le contestara el saludo, me tiró el refresco sobre la vestimenta; desatada mi cólera, se lanzó intempestiva sobre mis caderas: seduciéndome, erotizada, desbordando su frenesí por todo el cuerpo. Sus trastornos han llegado a alterar los míos: son absolutamente incomprensibles e imperceptibles hasta que ya la situación es irremediable. Ahora me exige noches enteras para habitarla, se ha habituado demasiado a mí ¿acaso cree que soy incansable? ¿Acaso no piensa en mí, que yo también me puedo sentir vulnerable? Siempre ella, su fanático narcisismo y mi absoluta contemplación a su belleza. ¡Es irreductible esta situación! pero siempre debo de ceder ante sus designios, porque nadie más me tenderá la toalla cuando ésta se me haya olvidado, o me la acercará para secarme sudor y lágrimas. Sí, la amo con toda mi alma y con todo mi cuerpo desvalido, con toda mi sed y con todas las ansias en que vivo.

Pero eso sí, un día me voy a hartar de ella y buscaré alguien para hacerme compañía un rato, haber si en el juego, me adhiero a una enfermedad contagiosa. ¡Haber si no me muero con la cabrona!

3 comentarios:

  1. No sé mucho de amor y mucho menos de la soledad. Tu al saber sobre esas cosas me guias a comprender algo que nisiquiera esta en mi ser preguntarme -en este momento-. Pero creo que has ido mas alla de tu soledad y del amor a esta... te has convertido en participe de ese juego y alcanzado el grado en el que tu misma eres soledad y amor.

    Pero no te conosco del todo y quizá mis palabras no sean mas que otro juego...

    ResponderEliminar
  2. Hola, ¿qué tal? ví tu blog en el link de un compañero, me gustó bastante, en especial este. Muy bueno, de inmediato me imaginé a mi misma escribiendolo, habría puesto lo mismo.

    ResponderEliminar
  3. hola clarisa me encanta que aun sigas con ese toque que siempre me encanto de ti la facilidad de decir lo que piensas y deseas. me encanta que seas tan fiel a ti misma y no te importe lo que puedan pensar los demas. yo sioempre desee tener un poco de eso y ahora me siento orgullosa de que hayas seguido con lo que mas te gusta y diras que ando de fisgona pero en realidad me dio curiosidad de lo que eres ahora apesar del tiempo y pensando lo que el puede hacernos, pero me siento tranquila de saber que sigas siendo tu y aun mejor haciendo lo que te gusta espero que sigas avanzando y superandote con el conociemiento y el arte que siento que es lo unico que enrealidad vale la pena en esta vida que sin ella nuestra humanidad estaria perdida bueno me despido haha ah!! me ncanta tu blog de ahora en adelante lo visitare cuidate niña y eres la mejor... atte. DAISY

    ResponderEliminar