Retomo las contemplaciones de la vida, para subsanar heridas recientes. Escribo para subsistir con dignidad: es la única forma en que me puedo apartar, realmente, de la cotidianidad y la alienación. ¡Comparte conmigo el espacio!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hombre transformador

Agradezco su abierta escucha en que se posan mis nostalgias; porque se abren a la caricia joven de una auténtica complicidad. Su paciencia disminuye los miedos al fracaso y aprueban maravillas, convicciones, en que se reconocen mis hallazgos. Es usted emprendedor de viajes inocentes, en que naufraga lentamente mi ilusión: amor escondido de hermano, ternura partícipe de toda aflicción.

Tiene esa habilidad exacta para otorgar aquello con lo que el pensamiento goza. Hoy me ha dado ejemplo inmediato: las nostalgias de un vagón sin rumbo (en que vacilan mis penurias flageladas) han sido transfiguradas en confetis y demás accesorios para bailar. Y no es por truco de una empresa definida; pues, aunque por principio se incrusta en un punto de la angustia, al siguiente se atiende una acción mágica Danzo en la fiesta creada por sus manos, en que su espíritu (real o imaginario) organiza frases adecuadas para que mi paciencia evite trastornos innecesarios.

Me ha de alegrar la vida con las danzas de una metáfora palpable, que estaba abierta y eras tú.


Es indispensable que el sueño me haga pesados los párpados, pero le dedico horas a esta insana necesidad de escribirle a su retrato. Amigo mío, transformador de emociones, torna mundos delirantes en eslabones de paz para un fin imperecedero; llega a entregarme la vida, toda exenta de desgracias. Le dedico la salud de la sexta noche de insomnio, record de 39 horas sin dormir.


3 comentarios:

  1. me alegra mi bautizo y no me quejo de mi pseudonimo.. me agrada.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  2. Buen texto.

    Pasa a ver mi nueva entrada.

    Saludos.

    Pd... quiero saber como me encontraste.

    ResponderEliminar
  3. Saludos,

    Conociendote, justamente en la presunción pde una redacción magnánima, esperaba mayor profundidad, pero veo que la cotidianidad te llena con temas trabajados, con sentimientos ya vividos, con ideas remasticadas, en fin seguiré en la busqueda de un ser humano.

    ResponderEliminar